18 jun 2008

¿Vidas que justifican progreso?

Entre los últimos progresos en el campo científico, sin duda el más discutido es la clonación con fines terapéuticos. Se trata de una técnica revolucionaria que se puede aplicar a la cura de enfermedades degenerativas tales como el mal de Parkinson, o la diabetes. Esta técnica científica ha generado numerosos enfrentamientos políticos; y es esta misma uno de los métodos más discutidos dentro de la propia comunidad científica.

La aplicación de tal procedimiento ofrece la enorme ventaja de poder efectuar transplantes sin incurrir en inevitables rechazos: el tejido transplantado, al originarse de un clon del propio paciente, no es considerado extraño por parte del sistema inmunológico, y por tanto no recibe ataques por parte del mismo. Es esta la verdadera revolución de la clonación terapéutica.

De este modo se pueden obviar los efectos colaterales debidos al tratamiento post-transplante, como por ejemplo el recurso a la quimioterapia, basada en el empleo de inmuno-supresores (fundamentales para evitar un inmediato rechazo) y que son altamente tóxicos para el ser humano. La necesaria rebaja de las defensas inmunitarias facilita la aparición de enfermedades infecciosas o parasitarias.

No sólo eso. En práctica, cada paciente se convierte en donante de sí mismo, de modo que cada uno de nosotros tendríamos a nuestra disposición una inagotable fuente de material orgánico "listo para su uso", evitando así largas listas de espera que a menudo colocan en situación precaria al enfermo.

La clonación terapéutica tiene también numerosos límites y riesgos. El hecho de que el núcleo sea extraído de una célula de un organismo adulto puede generar anomalías, tales como el envejecimiento precoz o la aparición de tumores, que se manifiestan, además, solamente una vez hecho el transplante. Las células adultas, de hecho, han sufrido numerosas divisiones por lo que el número de posibles anomalías es netamente superior respecto del de una célula "neonata".

Lo mismo puede suceder como consecuencia del cultivo in vitro de las células estaminales: la manipulación efectuada en el laboratorio puede constituir una fuente de stress para la célula y dañar por tanto el ADN, lo que comporta una vez más el riesgo de mutaciones genéticas y de tumores.

Por lo demás, en la actualidad, la clonación encuentra aplicación solamente en lo que respecta la creación de tejidos o de poblaciones de células. El desarrollo de órganos supone procedimientos mucho más complejos que todavía hoy son de difícil aplicación, además de muy costosos.

El rendimiento de un procedimiento de este tipo es muy bajo, y requeriría un elevado número de donaciones ovocitarias, sometiendo a las mujeres voluntarias a intensas y dañinas terapias hormonales, y que conllevan un importante consumo de embriones que podrían ser destinados a otros fines terapéuticos.

La promesa de curación que podría remediar numerosas enfermedades que afligen a la sociedad moderna, y por otro, el sacrificio de potenciales vidas humanas, pasando a llevar la dignidad de estos mismos.

Mª Francisca Benítez Z.