La ciudad estado

Muchos de los ideales políticos usados hoy en día, eran reflexiones de los griegos de la antigüedad sobre la ciudad estado, claramente debemos entender que en el transcurso del tiempo se ha modificado estos términos según el contexto histórico de cada periodo, pero podemos apreciar que no hay muchas deferencias con la sociedad de hoy en día con la de Atenas, así como, las clases sociales, las instituciones e ideales políticos. Tal vez la sociedad ateniense las clases sociales no eran divididas por la economía pero al igual que en la sociedad moderna estaban claramente establecidos los roles de cada clase. Puede ser que sociedad moderna “no tiene tanto interés” en la política (o mejor dicho se le ha inculcado que no le interese) como lo era en Atenas, que tenia mucho mas “participación”( bueno no tanto ya que las decisiones políticas de los ateniense estaba solo dirigida a los ciudadanos miembros de una polis ). Al fin y al cabo ambas son muy parecidas ya que por ejemplo que pasa hoy en día con la pastilla del día después, es un tema de contingencia en la sociedad moderna chilena, que involucra a todos los chilenos y en especial para las mujeres, pero es una decisión que tomas no mas de 5 ó 6 personas. En relación a los ideales políticos, los atenienses no estaban tan divididos y se centraban en la ciudad, todo lo importante para los ciudadanos (el arte, fiestas religiosas, etc) era importante, era la armonía de la vida común. Pero un ejemplo en nuestro país el arte, la cultura, no son tema en el gobierno. Los atenienses llevaban una vida común armónica. El gobierno se basa en la convicción y no en la fuerza y las instituciones estan para convencer y no coaccionar. Nosotros podíamos haber aprendido de esta gran sociedad, de todos estos grandes pensadores que lograron instaurar conceptos como la democracia, pero no hemos hecho mas que cegarnos con la avaricia y el afán de capital, en vez de tener leyes imparciales, tenemos leyes corruptas que beneficial aquel que tiene mas autoridad o mas dinero. Deberíamos sentirnos orgullosos de nuestra sociedad, tal como los atenienses pero lamentablemente no es así y no hacemos nada para cambiarlo.