El mercader de Venecia es una obra de teatro que nos permite entender el evolucionismo social, económico y cultural que se comenzará a tener durante el renacimiento, asentando las bases de la economía capitalista, el nuevo tipo de conocimiento, y la nueva dinámica social antes restringida.
Si nos situamos en el contexto en la cual fue escrita la obra dramática por William Shakespeare, representada en los años 1596 y 1597, a fines del siglo XV, nos podemos dar una mejor idea del avance ético del comercio situado en pleno renacimiento.
Ahora bien como claramente dice el texto nos centraremos en el concepto de mercader y su incipiente penetración de este como oficio, lo que marcará un cambio rotundo en la economía.
Primero que todo es necesario aludir a conceptos desarrollados durante el renacimiento y que sostiene la historia analizada.
La usura es un término aludido a la edad media, que comprende la prohibición del préstamo de dinero en intereses y que constituye un pecado porque el tiempo no se puede cobrar pues le pertenece a Dios.
Durante el renacimiento, si bien al ser una época de transición y ser llamado pre-modernismo, aceptaba a los cristianos hacer uso de este. En la Obra el cristiano Antonio, al poseer toda su fortuna en el mar (comercio marítimo) no tenia el dinero en mano por lo que tuvo que encomendar un préstamo a un “usurero”, que en aquel tiempo de puente entre contextos históricos, era basureado y hasta escupido, por ser sucio al prestar dicho servicio, este cargo lo ejercían solo los judíos, obteniendo grandes ganancias por dicho rol.
Otro aspecto importante que se ve es el gran desarrollo de las urbes, en este caso Venecia, con el asentamiento de los mercaderes se comenzaron a centralizar las actividades.
En la ciudad encontraron el marco de la actividad, será una ideología de la “vida social urbana”, Se impone como componente determinante de la vida social. (Historias de las ideologías, Cáp. La ética mercantil, por C. Mairet)
En cuanto al dinero, medio de intercambio libre sin límite de tiempo y espacio, siempre se pueden hacer negocios. En el caso del “mercader de Venecia”, Antonio sin tener este medio a su alcance para que su amigo pudiera alcanzar su sueño, tiene que recurrir a Shylock, y mediante este instrumento asistirlo con dicha asistencia universal e inmediata.
El concepto de propiedad privada, se ve muy claramente en la obra, en el juicio a Shylock se le pide por moral y buenas costumbres desistir de dicho contrato, este envenenado por la venganza rechaza la petición repitiendo dicha libra de carne es de mi propiedad, ya que no me devolvió mi dinero. Se legitima la desición ya que estaba en su derecho pues la propiedad privada en dicha época era aceptada plenamente.
Otra de las cosas fundamentales que nos permite identificar el contexto de la obra dramática, “el mercader de Venecia”, situándose en el campo literario, se debe destacar el canje ocurrido con el paso del género de la gesta épica (género literario exclusivo de la edad media) a el paso de obra que narra historias de hombres comunes y sus problemas (Búho de Minerva, capitulo principios constitutivos de la modernidad, Pág. 45).
En el caso del mercader de Venecia la trama trata de un cristiano que pide prestado dinero a un judío a cambio de una libra de su carne.
En cuanto a lo social, si bien ya se ha comenzado a aceptar el nuevo estrato social mercader, es posible notar que de todas formas al ser una época de mudanza se sigue estigmatizando la intolerancia a la diversidad religiosa.
Es posible notarlo al escuchar repetidamente durante la representación la palabra “judío”, marcando la distinción inmediata entre el cristianismo y dicha creencia religiosa.
Así como también los insultos de parte de Antonio se ven y se escuchan a lo largo de toda la obra.
Y como no acordarse del final impensable con la derrota de Shylock ante una situación tan obvia que se muestra a lo largo de esta, dejando entrever también todas las desgracias que sufre hasta llegar a su ruina
Son mediante estos cambios en los conceptos analizados que se puede verificar la base y los principios de la economía capitalista, así como también la pérdida de Dios como centro y es en esta historia que es posible verificar las alteraciones verídicas al contextualizarlo con la Obra de Shaskepeare representada en dicho período analizado.
Bibliografía:
Buhó de minerva: capítulo I y II.
Historias de la Ideología: capítulo La ética mercantil.
Materia vista en clases de cátedra
materia vista en ayudantía
Magdalena Bravo H.
