22 jun 2008

Un delincuente, un maquiavélico

Uno de los mayores problemas que debemos enfrentar y, en algún futuro esperemos no muy lejano, superar como sociedad es el sensible y muchas veces polémico problema de la delincuencia. Mucho se discute sobre las medidas que se deben tomar para combatirla, con tener mayor dotación policial, seguridad en las calles y, una de las mas importantes y discutidas, endurecer las penas a los delincuentes evidenciando graves vacíos legales. Me detengo a analizar el pensamiento que mueve al delincuente al momento de realizar su acto. No hay duda alguna que la máxima de un criminal es la misma que todos conocemos de Maquiavelo, "el fin justifica los medios" es lo que piensa un ladrón antes de entrar a robar a una tienda o un banco, es lo que piensa un lanza antes de arrebatarle el collar a una señora, etc., ya que no les importa el medio ni las artimañas que ocupan para buscar el fin (dinero, joyas o artículos de valor) de la manera mas sencilla y rápida posible. Continuando con la descripción que realiza Maquiavelo, el antisocial sabe ser (en la mayoría de los casos) zorro y león cuando debe actuar sobre su beneficio, lo planifica todo muy calculadoramente, es astuto cuando debe serlo y siempre antes de concretar el crimen disimula de forma magistral sus oscuras intenciones. Cuando la situación no se da como lo preve (a su favor), no lo piensa dos veces antes de aplicar la fuerza y la violencia, sin importar las consecuencias que eso puede traer. El delincuente es un fiel seguidor de esas ideas y descripciones de Maquiavelo y esto se comprueba en el día a día, con el simple hecho de salir a la calle u hojear el diario. Álvaro Sánchez Arellano sanchezska@hotmail.com